El Lawyer I
ELENA BETHENCOURT Cansada de invertir mi tiempo en la redacción de querellas me compré el nuevo Robot Abogado. Su producción y rendimiento han sido espectaculares. En solo unos meses ha ganado pleitos contra la industria farmacéutica, ayuntamientos y promotoras.
Han salido paquetes de extras y he elegido uno que permite la adaptación del robot a la vida familiar. Ahora cocina, lava y plancha. Cada día descubro más funciones.
Anoche me despertaron sus manos mientras dormía. Hoy no voy a trabajar.
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Pues sí, Elena, un robot muy completito, jaja.
Me ha encantado.
Breve, simple y directo. Impecable.
Mis felicitaciones y mi voto, Elena. ¡Suerte!
No puede olvidarme darse que, ante todo, es un abogado, aunque también destaque por sus manos de… pecador (no precisamente de santo).
Como le he dicho a Margarita, estoy leyendo la última novela del gran Ishiguro y muy sensibilizado hacia la inteligencia artificial, la robótica (curiosamente la palabra “robot” no aparece hasta la mitad de la obra)…
Mi voto. Mucha, y buena, suerte.
Salvo la parte final,… lo demás me interesa. ¿Dónde los venden?
Me ha encantado tu relato robótico. Felicidades Elena.
Es que los robots también tienen su corazoncito y sus límites. Y éste ya no podía más. Muy bueno.
Un beso, guapa.