¿UN ABOGADO EN HOGWARTS?
Francisco Javier García BallesterosMe vi reflejado en el espejo del pasillo. Ataviado con mi toga, Hogwarts me esperaba y mi “yo” atravesó el cristal, abandonando el mundo “muggle”. Mi carrera mágica me revelaría dónde encontrar animales fantásticos, tendría el privilegio de saber dónde estaba escondido el legado maldito e incluso, a mi paso por aquel callejón siniestro, terminaría por saborear aquellas dulces ranas de chocolate saltarinas. A mi alrededor había más alumnos envueltos en sus togas. De repente, mi varita se convirtió en un bolígrafo, mi libro de conjuros mutó a maletín y algo me sacó del espejo: “Letrado, le estamos esperando. El juicio va a empezar…”.
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Aunque tengamos que volver a la realidad, un poco de magia siempre viene bien.
Un voto para tu fantasía e imaginación.
Suerte, Francisco.
La Abogacía y la magia son disciplinas paralelas en universos distintos. Gracias Ana Isabel un saludo.
Un abogado no utiliza la magia, pero sí las herramientas que están a su alcance para hacer justicia, que es lo mismo que hacer el bien, aunque suene un poco rimbombante. Este profesional en algún momento fue niño y disfrutó con las aventuras del famoso niño mago. La realidad es otra cosa, más práctica y a veces más sórdida, pero la ilusión por ser útil y enmendar entuertos puede ser similar.
Un relato que bien podría ser lectura infantil y juvenil en los colegios, seguro que motivaría alguna vocación por las leyes. Al fin y al cabo, un mago con capa y un letrado con toga no son tan diferentes.
Un abrazo y suerte, Francisco Javier
Coincido con tu reflexión, Ángel. Muchas gracias, un abrazo.
Enhorabuena Javier mucha suerte
Gracias Inma. Prefiero la magia a la suerte…
Habrá que poner magia al asunto. Enhorabuena Francisco Javier, tienes mi voto. Un saludo.
Muchas gracias, Irina. Saludos,
Que bien viene alguna escapada a realidades paralelas en las que coger algo de aire.
Suerte con el relato. Te sumo otro voto, FJavier. Un saludo!
La magia es un ingrediente fundamental para evadirse y «coger aire» tal y como dices, MCarmen. Esta vez ha ido bien tirar de la genial J. K. Rowling… ¿Hay abogados en Howarts? Muchas gracias por tu voto y un saludo.
Sin duda, todo lo que le sucede a tu protagonista nos ocurre a todos, todos los días, pero no nos damos cuenta…, o no queremos darnos cuenta, no sé bien. Ensoñarse despierto es algo habitual y diría que hasta sano, aunque sea con algo tan mágico y vaporoso como es Hogwarts. Y al que no le pase…, él se lo pierde.
Enhorabuena Francisco por tus ensoñaciones y por saber contarlas tan bien.
Un abrazo desde el lado real del espejo.
Muchas gracias Guillermo. Un verbo reflexivo muy acertado: «ensoñarse». Saludos desde dentro del espejo.
Para que luego digan que el mundo forense no tiene su magia. Anda que si a Joanne Rowling, en su rincón del café de Edimburgo, le hubiera dado por fantasear con abogados y un Voldemort togado, quizá tuviéramos hoy una saga jurídica.
Mucha y buena suerte, Javier.
Gracias Manuel. Anda que no,… como dice Ángel en su comentario más arriba: Seguramente motivaría alguna vocación por las leyes. Un saludo y nuevamente agradecido por tu comentario.
Suerte Francisco, tienes mi voto. Un saludo.
Gracias Susana. Un saludo.
¡Me gusta ese letrado!
Un relato mágico. Un buen relato.
Qué sería del día a día sin un toque de magia, de ilusión, de aventura…
¡Mis felicitaciones y mi voto!
Que la magia y la ilusión te acompañen siempre, Amparo. Gracias por el voto y por tus comentarios. Saludos,
Suerte con tu historia, ahí tienes mi voto.
Gracias Martín. Un saludo.
Después de tu cortés comentario, empecé a leer los ya publicados y comprobé que, precisamente uno tuyo, está a la cabeza de los votos. Y también tienes el mío, pues nos movemos en el mundo de la magia, de la imaginación, de la ilusión… y de eso dicen que también se vive, sobre todo si se narra como tú lo has hecho.
Aunque me mueva por encima de la tabla de votos, no se debe desdeñar la posibilidad de disfrutar con la lectura de los demás que se seleccionen y el tuyo ha sido genial y divertido, porque tu magia en ese micro reside en personificar a un perro. Muy bueno lo del litisconsorcio canino necesario, jajajajaja.
El planeta, necesita de tu magia…
Gracias Héctor. No soy mago, aunque sí me declare fan acérrimo de Harry Potter. Lo que sí es cierto es que el planeta necesita magia e ilusión en estos tiempos difíciles. Un saludo.
Ten cuidado, Francisco Javier, o uno de estos días te vas a quedar atrapado dentro del espejo y te tocará defender a Colagusano, o alguien aún peor, jajaja.
Muy buen micro, todo un rapto de inspiración mágica.
Suerte y mi voto.
Hubiera sido todo un reto defender a Hagrid antes de que fuera enviado a Azkabán. Pero ¿qué estoy diciendo? ¿sigo dentro del espejo? jajajaja, Gracias Ana María, por tu comentario y por tu voto. Un saludo.
Si es que Harry Potter no ganaría un pleito ni por arte de birlibirloque. Zapatero a tus zapatos.
En realidad, estos ejercicios en muchas ocasiones son también evasiones del exigente trabajo de abogado.
Metaliteratura popular, excelente!
La única referencia de Rowling a un pleito que implicaba a Harry Potter trata de una audiencia disciplinaria en la que él solito hubiera sido expulsado, si no llega a ser por la intervención del Director Dumbledore, que actuó de Letrado defensor. El mundo mágico también tenía su propio sistema judicial, pero Harry, aún menor de edad, ciertamente no habría ganado solo. …. y, muy de acuerdo contigo, la «sana evasión» constituye un gran ejercicio de relax para la ajetreada mente de un abogado. Agradecido por tus palabras, Manuel. Un saludo.
Fantasía y realidad mezclan bien para superar los retos de la vida.
Bien llevado.
Mi voto con un puñado de polvos de la suerte.
Muchas gracias por tu comentario, Lola. Un saludo.
Por cierto, para imaginación en un relato, tuyo. Por cierto muy originales los anteriores. Saludos. Fernando
Muchas gracias por tu comentario, Fernando.
La combinación de una mítica saga literaria con nuestra profesión -al menos, la mía lo es- hace de tu relato un merecidísimo primer puesto.
Enhorabuena y mi voto, Francisco!
También es mi profesión. Gracias, compañero Rafael. Un saludo.