LA EFICIENCIA ANTE TODO
Ana María Abad GarcíaCuando decidí empezar mi nuevo negocio aún no tenía claro cuál iba a ser el animal elegido, pero rapidez y agilidad eran cualidades indispensables. Así pues, el poderoso elefante -mi tótem favorito- quedaba descartado, al igual que la simpática tortuga, el adorable erizo y la dulce abeja. Finalmente opté por la lagartija, que ha demostrado con creces su valía.
Los inicios fueron duros pero un letrado con visión de futuro presentó el proyecto a la Administración y ahora tengo el monopolio de la mensajería entre los juzgados, la prisión y los diversos despachos de abogados de la ciudad, que recurren habitualmente a mis lagartijas correo, con la garantía de que si alguien trata de interceptar su misiva, la competente recadera no tendrá empacho en dejarle como legado su cola, prosiguiendo impertérrita su carrera para llevar a destino el mensaje, intacto y sin retrasos.
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Lo de que la naturaleza es sabia es algo más que un tópico. En aras a la supervivencia algunos animales desarrollan fuerza o capacidad de mimetismo; otros, más sutiles, además de velocidad a la hora de escapar cuando la ocasión lo requiere, también fabrican señuelos que desconciertan a sus posibles depredadores. Que levante la mano quien no se haya sentido fascinado por el mecanismo de las lagartijas, seguro que más eficaz para el cometido de mensajería que un elefante, una tortuga o una abeja.
Un relato muy simpático e imaginativo.
Un abrazo y suerte, Ana María
Pues sí, debo reconocer que la lagartija es uno de mis animales favoritos, de hecho un verano en la playa me tatué una con henna en el tobillo. Ellas ponen la simpatía y yo la imaginación ;)
Me alegro de que te haya gustado Ángel, muchas gracias y te devuelvo el abrazo.
Aparte de imaginarme cuál es el logo de esta empresa, en mi mente surgen esas pequeñas lagartijas que corren a dos patas por encima del agua, con una carta atada a la espalda. Un buen micro que, como su propio título indica, te hace reflexionar acerca de la eficacia que las empresas requieren a sus empleados. Mi enhorabuena y mi voto para ti, Ana María. Un saludo.
Jejeje, la verdad es que no había pensado dónde, en concreto, llevaría la lagartija el mensaje, pero me encanta la imagen que pintas, Francisco, le sienta como un guante al micro.
Gracias por el voto y por el comentario.
Besos.
Ana, un micro muy original, mi enhorabuena y mi voto!
Muchas gracias, Manuel.
Un hallazgo tus lagartijas mensajeras, Ana María. Eficaces, sin duda. Inspiran más confianza que “Lex Net”.
Mucha, y buena, suerte.
Jeje, ya lo creo. Y no sólo eficaces, también simpáticas. Terminarán por imponerse, ya verás.
Gracias Manuel, por leerme y comentar.
Hola Ana María.
Me ha parecido un relato muy original. Francamente, hace poco escribí uno sobre correo «con sobrecitos de droga» en palomas mensajeras e intuí que sería demasiado un clásico. Lo de las lagartijas tiene su «toque». Tienes mi voto…
Un abrazo
Muchas gracias Fernando. Efectivamente, tiene su toque, aunque como práctico, la verdad, tengo mis dudas: las cartas aún, pero la paquetería… no sé yo…
Besos.