Ana María Abad García

Microrrelatos publicados

  • INSTINTO DE CONSERVACIÓN

    Mi memoria ya no era la de antes: era preciso afrontar la penosa realidad y tratar de proteger los conocimientos que aún quedaban en este decadente cerebro mío antes de que se evaporasen por completo. Me tumbé en la camilla, dejé que la enfermera me conectase al estrafalario aparato y traté de relajarme. Debí quedarme dormido y, al despertar, me sentía raro; entrar en calor parecía imposible y no notaba los dedos de las manos ni de los pies. Un pensamiento efímero cruzó por mi mente: habían volcado mi ser en una máquina y yo ya no era Yo, sino una Inteligencia Artificial con mi consciencia intacta y toda mi vasta erudición legal. “Bobadas”, pensé, seleccionando una carpeta y procediendo a despachar decreto tras decreto a velocidad pasmosa, arrullado por el leve zumbido de fondo de mis circuitos en el interior de mi flamante carcasa metálica.

    | Febrero 2024
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 5

  • QUÉ OPORTUNO

    Antes de comenzar la negociación salarial, le pregunté a la Inteligencia Artificial por qué debería contratarla en mi bufete. “Soy más eficiente que tú”, me dijo con su voz casi exenta ya de rastros metálicos, “y puedo ganar todos los juicios que tienes pendientes”. Mi espíritu de abogado con renombrada experiencia se sintió herido y con malos modos le indiqué que prefería prescindir de sus servicios. Pocos meses después, una nueva ley establecía la igualdad de derechos de humanos e IAs, y para finales de año ellas se habían hecho con el control casi absoluto de la sociedad. Hoy, por fin, he terminado de reunir las pruebas que necesitaba para instruir un caso y lograr que las desconecten a todas.
    Esa noche, fue portada en las noticias el atropello mortal de un abogado a las puertas del juzgado. El vehículo, sin conductor, se dio a la fuga.

    | Enero 2024
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 2

  • EL CAOS NO HACE DISTINCIONES

    La reforma del edificio de los juzgados traía de cabeza a jueces y letrados por igual. Los reos se quejaban continuamente del ruido, del polvo, y en especial del frío que se colaba por las ventanas sin cristales. Los propios obreros también estaban deseando finalizar las obras porque todos los días se tropezaban con una cláusula aplastada tras un ladrillo, una estipulación atascada dentro de una tubería, o un requerimiento enterrado bajo un saco de yeso. Los expedientes desaparecían, las diligencias se daban a la fuga y la pétrea efigie de la Justicia se había colocado, aparte de la venda en los ojos, tapones en los oídos, porque decía que le resultaba imposible concentrarse con semejante barbarie. “En estas condiciones no se puede trabajar”, rezaba esta mañana una pancarta bajo la ilustre señora.

    | Octubre 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 11

  • Consecuencias

    El día de nuestro aniversario, al filo del amanecer, se cayó el panel solar del tejado y derribó la palmera bajo la que nos habíamos casado veinticinco años antes. El estrépito fue tal que nos despertó. Yo contemplaba atónita y compungida los destrozos cuando mi marido, rojo de furia contenida, empezó a increparme y a acusar de negligencia letal mi tardanza en cambiar aquel cable que llevaba semanas flojo. Yo respondí que igual se podía haber ocupado él, y en diez minutos de intercambio de gritos airados convertimos la plata de aquellas bodas en peltre oxidado y sin valor. A la mañana siguiente, mi abogado me comunicó por teléfono la demanda millonaria de mi marido por daños y perjuicios y, aunque sus buenos oficios consiguieron el sobreseimiento del absurdo caso, ya nada pudo recomponer los añicos de mi destrozado matrimonio.

    | Junio 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 49

  • LA EFICIENCIA ANTE TODO

    Cuando decidí empezar mi nuevo negocio aún no tenía claro cuál iba a ser el animal elegido, pero rapidez y agilidad eran cualidades indispensables. Así pues, el poderoso elefante -mi tótem favorito- quedaba descartado, al igual que la simpática tortuga, el adorable erizo y la dulce abeja. Finalmente opté por la lagartija, que ha demostrado con creces su valía.
    Los inicios fueron duros pero un letrado con visión de futuro presentó el proyecto a la Administración y ahora tengo el monopolio de la mensajería entre los juzgados, la prisión y los diversos despachos de abogados de la ciudad, que recurren habitualmente a mis lagartijas correo, con la garantía de que si alguien trata de interceptar su misiva, la competente recadera no tendrá empacho en dejarle como legado su cola, prosiguiendo impertérrita su carrera para llevar a destino el mensaje, intacto y sin retrasos.

    | Abril 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 15

  • Malabarismos domésticos

    Por más que se hable sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, ir al bufete cada mañana dejando atrás a dos niños pequeños es para mí una condena diaria. Hoy, mi yo interior se rebela y, nada más llegar, arrincono a mi jefe en su despacho y le pido una reducción de jornada. “Imposible”. Juego la baza del teletrabajo y, al final, llegamos a un acuerdo.
    Podré disfrutar de mis hijos, vivir con ellos algo más que los fines de semana, aunque tenga que aclarar el champú del pleito de Cristina contra el seguro del coche, sacudir las migas de empanada de la demanda de divorcio de Luis y Estefanía, o compaginar la lectura de Caperucita Roja con la apelación de Sebastián.
    Su padre, con sana envidia, ha decidido hacer igual y ahora preside los juicios desde los columpios del parque, con el chándal bajo la toga.

    | Marzo 2022
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 32

  • Patrulla de Delitos Interdimensionales

    Corríamos un enorme riesgo al dejar abierto el paso interdimensional. El vehículo de nuestros perseguidores se había hecho visible en el lejano horizonte y se aproximaba a toda velocidad: si calculábamos mal podíamos terminar todos desintegrados.
    Aún así, seguimos adelante con nuestro audaz plan y cruzamos el portal en el último minuto. No dudaron en seguirnos, sin poder ocultar su sorpresa al materializarse en medio de la sala de audiencias y encontrarlo todo dispuesto: juez, jurado, fiscal y testigos, todos estaban listos. También su defensor de oficio, que no tuvo ninguna oportunidad ante la abrumadora avalancha de pruebas.
    Los terroristas espaciales fueron condenados a cumplir cadena perpetua confinados en un plano atemporal, por haber intentado destruir el tejido que separa los mundos. Así, conseguimos preservar intacta no sólo nuestra realidad sino también los restantes universos paralelos.
    Tal vez un día lleguemos a ser protagonistas de un cómic.

    | Octubre 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 26

  • Cambio de rumbo

    La crisis de los cuarenta nos sobrevino a mi marido y a mí, abogados de éxito y prestigio, de manera ciertamente insospechada: un buen día llegó a nuestros oídos la penosa situación en que se encontraba el Parque Natural que solíamos visitar de recién casados.
    Tras una urgente deliberación, concluimos que era nuestra responsabilidad hacernos cargo, y cambiamos la seguridad de nuestra profesión por la diversidad de especies vegetales y animales que requerían de nuestros servicios altruistas, ya que no jurídicos.
    Desde entonces vivimos aislados de pleitos y litigios, vigilando el ramoneo de los ciervos, los correteos de las ardillas y el vuelo de las águilas.
    Y cuando me da por añorar las confrontaciones con el fiscal, voy en busca de un viejo lobo gris con una pata rota que se le da un aire, y mantengo con él un soliloquio que me ayuda a fortalecer mi decisión.

    | Agosto 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 41

  • INSOMNIO JUSTIFICADO

    Aquella población era la más vulnerable que había visto jamás y, quizá por eso mismo, la más hermosa en su inocente rusticidad: casas de adobe con techo de paja, calles sin asfaltar, pinceladas de verdor a la vuelta de cada esquina. El empleo de nuestra arma biológica en semejante oasis nunca debió aprobarse y, no obstante, alguien de arriba vio la oportunidad de hacer una prueba con sujetos reales y decidió aprovecharla, aunque ello significara erradicar toda vida humana en aquella humilde y, hasta entonces, feliz aldea.
    Cuando los abogados de la empresa se enteraron, pusieron el grito en el cielo: ¡responsabilidad moral, publicidad nefasta, indemnizaciones millonarias! Pero ya era tarde. Del pueblito y sus habitantes sólo quedaba una estela de polvo en el viento del atardecer y el eco de un murmullo apagado en el agua turbia del riachuelo.
    Desde ese día, me cuesta conciliar el sueño.

    | Junio 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 13

  • NUEVOS TIEMPOS, NUEVAS SOLUCIONES

    - La adaptación no va a ser fácil, señoras y señores, pero les pedimos paciencia y comprensión. En estos tiempos tan duros, tenemos que invertir en nuestra propia salud ante todo.

    Los miembros del jurado avanzaron en ordenada hilera para ocupar su lugar en las sillas plegables, distribuidas por los diversos parterres del jardín, y se acomodaron las mascarillas que les había cedido amablemente el Ministerio de Industria hasta que finalizara la producción de las oficiales con el logo de Justicia.

    Su señoría atravesó el seto y se instaló a la sombra del emparrado. Comprobó que el fiscal se encontraba junto a las hortensias, el abogado defensor entre las azaleas, y el acusado sentado al estilo indio en el sendero de gravilla, y con un martillazo en el banco de hierro colado dio comienzo al proceso en este nuevo escenario, insólito aunque agradablemente perfumado.

    | Mayo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 18

  • TRAICIÓN

    “Os van a desahuciar uno de estos días”: ya nos lo avisó el abogado. La vivienda está situada en terreno urbano, eso sí, pero el material que utilizamos para construir el refugio temporal que se ha convertido en nuestro hogar no figura en la lista de los permitidos por el Ayuntamiento, así que nos han denegado el recurso. Durante casi una semana hicimos huelga de hambre, a ver si los concejales le daban carpetazo al asunto aunque sólo fuera por evitar la mala prensa, pero no funcionó. Cuando apareció el abogado, traía cara larga y un montón de papeles para firmar. Justo detrás venía la bola de demolición. Lloramos al salir, cargados con pocas maletas y muchos recuerdos. El perro fue el más resiliente: el día anterior se había instalado ya en la caseta vacía del vecino de al lado. El muy traidor.

    | Marzo 2021
     Participante
     Votos recibidos por la Comunidad: 42