ROMPIENDO EL TECHO
CARMEN ANDREY MARTINPiensas que puedes aguantar el ritmo (frenético) del abogado autónomo, que ya tendrás tiempo de caminar más despacio. Aún no ha sonado tu reloj biológico. Solo este expediente. Un ratito más. Primero náuseas, después cansancio, y terminas en el médico. Y se derrumba tu vida. Sin más. Adiós al traslado a un despacho más elegante. Adiós, cartera nueva. Todo suena a traición. No ahora. No a ti.
Irremediablemente llega la primera prueba. Te tumbas en una camilla. Te subes la camiseta. Sientes que pierdes intimidad.
Parece que el techo te cae encima. Un techo visible, sólido como cemento. El médico señala una pantalla y entonces lo ves: Una mancha oscura. Movimiento. Latidos.
Esa imagen lo cambia todo de nuevo. ¿Será como dicen, «cosa de hormonas»? Y ahora te ves siendo buena madre. Y buena abogada. Y el techo deja de pesar sobre tu cabeza. Porque tú puedes. Porque tú quieres.
+37
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Buen relato Carmen. Si suena el reloj, hay que parar.
¡Muchas gracias Ángel! Un abrazo.
Carmen; qué buen relato: ágil y rápido, has conseguido que te atrape su lectura enseguida. ASí parece que le han sobrevenido las cosas también a tu abogada, verdad?
Fuera techos! Sí,señoraaa!
Enhorabuena y te deseo mucha suerte… y de momento, mi voto!!!
Un abrazo
Marta
¡Fuera techos! Ese es totalmente el mensaje, sí, sí,sí. Muchas gracias por el voto y ¡oootro abrazo para ti!
Hola, Carmen.
He vivido la lectura como algo emocionante que parece suceder a la carrera. Me gustan mucho esas frases cortas que imprimen rapidez a la narración… Y luego, ese final tan conmovedor es el broche perfecto.
Como dice Ángel, cuando suena el reloj…
Me ha gustado mucho, así que ¡¡¡suertísima!!!
Un abrazo.
Muchas gracias, me alegro que te haya gustado, eso es un piropazo viniendo de ti. ¡Enhorabuena por el premio del mes pasado! Un abrazo.
Aunque no sea empresa fácil, hay que actuar como si el techo no existiera. No hay más techo que la bóveda celeste. Hay que desterrar el horror vacui.
Hace unas semanas, se hizo viral, como dicen ahora, un vídeo doméstico de una abogada de un famoso despacho denunciando las consecuencias de haber sido madre. Más dura es la maternidad de una abogada con despacho propio, como la protagonista de tu micro.
Suerte, Carmen.
Muchas gracias Manuel, me tomo tus palabras muy al pie de la letra, créeme. Un abrazo.
El voto 37 es el mío. Me ha gustado tu relato sobre la dificultad de la conciliación laboral y familiar.
Uno mis manos a las tuyas para romper el techo. Y si algún día necesitas una mano con el peque…
Mucha suerte. Un abrazo