Imagen de perfilLey póstuma

Raúl Villaseca 

Míriam era abogada, mujer y soltera, ganaba cada mes el doble del que la doblega, ella era sabia y leída, tenía amigos, profesion y una vida, pero la luz azul de la policia, pintó las heridas de su rostro violeta. Para que educar sin concienciar a la bestia, sin conciliar el trabajo, o sin reducir esa brecha. Esa brecha que terminó con la brecha en su rostro y la sangre en el suelo. Llevaba dos meses buscando consuelo sin vida. Ahora lleva dos noches y un día, dos largas noches y un dia; muerta.

 

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