Un caso embrujado
Jorge Luis González CastroLa anciana salió del tribunal profiriendo maldiciones. Aquello me asustó. Ella no entendía de pleitos urbanos, ni de órdenes de demolición. Repetía que había plantado su vivienda muchos años atrás cuando el lugar era apenas un bosque de pésima reputación. Siendo honesto el ayuntamiento tenía razón, el pan de jengibre no es un material idóneo para construir una casa. Era increíble. La anciana sobrevivió la Inquisición, la Revolución Industrial; incluso la Guerra Fría, pero su capacidad resiliente naufragó en el contencioso-administrativo. Un grupo de niños que pasaba cerca se burlaron de su sombrero puntiagudo, ese que fue tendencia de moda en Salem. Percibí sus lágrimas cuando remontó el vuelo en la escoba. Aún podemos recurrir, llámame por la bola de cristal, dije. Como un mal recuerdo en la acera tiró la tarjeta del bufete «Hansel y Gretel Abogados» que le entregué con tanto cariño. Ya nada era como antes.
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Está claro que, como termina diciendo el narrador, las cosas no son como antes, ni siquiera las historias que durante generaciones han hecho las delicias de tantos, y que ahora no parecen adecuadas para los tiempos que corren, para unos niños a los que no se les puede ir con cuentos así como así, para un mundo pragmático, donde la magia parece haber dejado de existir, y los límites entre personajes buenos y malos resultan difusos. Los hermanos Hansel y Gretel tendrán que buscar nuevos clientes.
Un relato con la habilidad de crear algo nuevo a partir de un material clásico.
Un saludo y suerte, Jorge Luis
Muchas gracias por su comentario. Para ser sincero la historia de Hansel y Gretel siempre la escuché con un poco de temor. Hoy mis hijos ni se inmutan con esa historia. Ya nada es como antes.
Ya nada es como antes. Y más tras esta maldita pandemia.
Ya te dije en su día que es lógico que, llamándote Jorge Luis, seas un fabulador nato.
Mucha, y buena, suerte.
Muchas gracias por su comentario. Hacía casi un año que no publicaba. Hay mucho de fábula y mucho de realidad en el relato. Más de uno ha perdido la paciencia con el contencioso-administrativo. Creo que sucede así en todas partes, en lo divino y en lo terrenal. Saludos y mucha suerte.
Queridísimo Jorge, es un micro maravilloso con esa bruja voladora y su escoba.
Ya nada es como era antes, pero una bruja siempre lo será y si es buena, muchísimo mejor.
Qué alegría leerte de nuevo.
Un abrazo enorme y mucha suerte con esta historia tan chulísima.
Gracias Madrid. Añoranza por el pasado. Entre una generación y otra se abren abismos. Un abrazo virtual.
Muy bueno, me ha gustado mucho Jorge, y tienes toda la razón.
Es inevitable que las cosas cambien, aunque no siempre es para mejor.
Suerte!
Muchas gracias por su comentario. A veces sucede, los cambios no siempre son para mejor. Supongo que es una constante, también mi abuela se quejaba mucho de esas cosas. Se ha perdido la decencia, era una de sus frases favoritas.
Jorge, buena revisión del cuento.
Te deseo y suerte y te doy mi voto.
Besos apretados.
Muchas gracias, hace poco vi una película que era una relectura del cuento. La bruja era mala, muy mala, pero Gretel no era una santa. Saludos.
Tanta modernidad está acabando con los cuentos. Acaso también con la infancia.
Un saludo, Jorge Luis
Saludos. Para ser sincero un poco de actualización en los cuentos no creo que sea malo. Lo peligroso para mí es relectura que le hacen a algunos personajes. Por ejemplo a los piratas. Ahora esos bandidos son sofisticados, atractivos y divertidos. Qué dirían los habitantes de Portobelo o Maracaibo si les hubiesen dicho que los piratas serían protagonistas de películas o temas de fiestas de cumpleaños.