De Copacabana a Cincinnati
Ander Balzategi JuldainRecuerdo el XXII congreso en Copacabana. Le presentaron como el no va más de la innovación. Subió al estrado con movimientos ortopédicos, se oían incluso los rozamientos de sus elementos mecánicos. Para ser el paradigma de una sociedad transformadora nos dejó escépticos y bastante fríos, y no tardamos en vaticinar un futuro distópico si la abogacía optaba por ese camino. Luego habló. Su conocimiento enciclopédico, la interacción en tiempo real con el conferenciante y su empatía nos generaron ciertas incertidumbres.
Me da gracia recordarlo. Hoy, en el XXX congreso de Cincinnati, me suben a mí al estrado. Doy una charla sin apenas público sobre la historia de la abogacía en el siglo XX. Ni siquiera sé para qué se congregan estos androides si lo saben todo, como no sea para hacer mofa de esta última reliquia de carne y hueso.
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Uf. ¿Y si el próximo congreso es de arqueología jurídica y tu protagonista asiste… embalsamado?
¡Qué no lo vean mis ojos!
Suerte con este gran relato.