Cómo sonreír sin emoticonos
Patricia Collazo GonzálezA nuestro valle jamás llegó señal de internet. Eso, que podría parecer una tragedia, se convirtió para muchos en un negocio boyante.
Los más listos del pueblo consiguieron empatizar con lo que la sociedad estaba reclamando. Formaron una comisión de promoción turística y comenzaron a ofrecer escapadas desintoxicantes que incluían gastronomía sin Instagram, excursiones sin navegador, talleres de expresión sin emoticonos, o de fotografía para no subir a redes. Experiencias inmersivas, durante los cuales los teléfonos móviles, desconectados del mundo, quedaban olvidados en los bolsillos, mientras sus dueños reaprendían a vivir.
Ante el éxito de la iniciativa, que fue adoptada por muchos más valles, las grandes tecnológicas temieron lo peor. Enviaron entonces a sus séquitos de abogados para intentar desterrar una actividad que calificaban de majadería intensiva.
Por suerte, un fallo desestimatorio del más alto tribunal lo evitó. Sus jueces, afortunadamente, habían pasado por el taller “Cómo neutralizar trolls”.
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Esa iniciativa de desconectar y vivir ofline v sin internet ni moviles va a ser muy necesaria aunque sea para una pequeña cura de desintoxicación. Mi voto y suerte.
¡Muchas gracias!
Terrible el futuro q nos plantea el relato. Llegaremos a ver los espacios no conectados como si fueran reservas para especies en peligro de extinción?.
Un gusto leer a Patricia
¡Muchas gracias!
Qué bueno, Patricia.
¡Muchas gracias!
Si fuera verdad… Gran relato, con unos talleres interesantísimos. Enhorabuena, mi voto y un saludo.
¡Muchas gracias!
Vaya, al fin un caso en que las grandes compañías no se llevan el gato al agua, eso está bien. Muy original la historia y los talleres, a lo mejor tendríamos que pasar todos por ahi de vez en cuando para desintoxicarnos un poco del día a día. Si te lías la manta a la cabeza y te decides a montar el negocio, avísame que me apunto ;)
jajaja Habría que conseguir un valle al que no llegara señal :)
¡Gracias, Ana María!
Hace unos días voté a tu relato porque me pareció muy bueno Patricia, pero no había tenido tiempo de enviar un comentario. Así que aprovecho para enviarte un saludo y desearte suerte.
¡Muchas gracias, José Manuel! Otro saludo para ti