Imagen de perfilSe traspasa negocio por cuelgue de toga

Alejandra Rusell Giráldez 

Mis padres me han dejado una herencia de sentimientos encontrados. Por parte de madre, la sensibilidad por la música, siendo idealista y soñadora. Por el lado paterno, mi vocación de abogado, hombre justo y realista.
La fatiga me embarga cada vez con más frecuencia cuando un cliente solicita mis servicios para litigar contra gente de su misma sangre por unas cuantas «perras» que ni siquiera se han currado. Si los muertos se levantasen, volverían de inmediato a la tumba.
Algo que me venía rondando en la cabeza se materializa al ver tanta pérdida de valores.
Un último vistazo al que fue mi segundo hogar durante 15 años. Cierro la puerta, cuelgo el cartel y con guitarra en mano me dirijo a la zona de los soñadores. Robarle una sonrisa a los transeúntes y que por un momento se olviden de sus preocupaciones, no hay dinero que lo pague.

 

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