El ilustrador de tribunales (A vuelapluma)
David Villar Cembellín Era una fría mañana de enero y el ilustrador dibujaba la sala judicial a vuelapluma. Con trazo marrón creó un marco y luego salpicó el papel con pequeños asperges que conferían fondo a la pintura. El dibujante se sentía poseído mientras su mano delineaba arcos para representar al tribunal a vuelapluma. Los tonos blancos zigzagueaban con los negros para bosquejar al reo, las acuarelas rosas herían a las grises prefigurando el delito cometido. Bajo sus dedos nerviosos, el fiscal parecía poseer el gesto inquisitivo de un pájaro. En ese punto, decidió regar la pintura con diálogos, inmortalizando a los presentes en el momento justo de hablar. Sin embargo, faltaba algo. A vuelapluma, el ilustrador incorporó luz y coloreó un haz que atravesara el dibujo, pero éste perseveraba en lucir con una pátina oscura. No había manera. Como un borrón siniestro, sobrevolaba una pena. No existía barniz que ocultara tanta culpabilidad.
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Hermosa prosa.
Mi voto ¡y suerte!
Enhorabuena. Una prosa estupenda para un dibujo que no podía ocultar la culpabilidad. Mi voto y mucha suerte!!
Hola, David.
Enhorabuena, por un micro visual y estupendo.
Excelente.
Qué bien escribes!
Maravilloso.
Suerte!!
Un voto y un abrazo.
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios.
Quizás los ilustradores de tribunales, en los Estados Unidos y en algún otro país, sean los últimos dibujantes de ceremonias o espetáculos que quedan en nuestro mundo, una vez desaparecidos los ilustradores del toreo o del ballet.
Gracias por traerlos a estas páginas y por mostrar que son incapaces de ocultar la realidad que bosquejan.
Mucha suerte, David.
Mi voto por original, ameno e ilustrativo.
David, dicen que un buen escritor sabe también «pintar escenarios» y tú lo has conseguido. Enhorabuena por tu buen micro. Saludos.