Imagen de perfilTardes de pesca

Maria Navedo Saurina 

Salíamos en su barca y cuando picaba algún pez lo devolvíamos al mar para respetar la diversidad que vivía en sus aguas. Nos gustaba ver atardecer hasta que el sol se ponía tras los árboles que bordeaban la playa. Los especuladores pretendían construir un hotel en medio de aquel ecosistema pero él rechazaba siempre sus ofertas: era su hogar. No olvidaré su mirada de espanto por la degradación que produjo el fuego. Los medios no respaldaron sus protestas y ninguna sentencia condenatoria compensó la barbarie ocasionada. El afán de justicia me impulsó a abogar por estas causas. Ahora se celebra el Congreso de Desarrollo Sostenible en el edificio que levantaron y por mi ventana veo su vieja barca desde la que contemplábamos otro paisaje. Los juristas aquí reunidos tenemos claro nuestro objetivo: redactar unas normas para proteger estos entornos y que el mundo escuche las voces acalladas en otros tiempos.

 

+8

 

Queremos saber tu opinión

10 comentarios