Mi última pesadilla
Guillermo Portillo GuzmánAño 2090. Tras mi infructuoso alegato frente a la Corte Suprema Planetaria como letrado defensor del Gobierno de las islas Maldivas, en un último y desesperado intento por evitar su definitiva desaparición, engullidas por un océano Indico descontrolado e inestable, no pareció importarle a nadie la degradación de su ecosistema.
Los intereses económicos, en connivencia matrimonial con los políticos, hacían del todo imposible proteger la diversidad medioambiental del planeta, para conseguir una vida más o menos sostenible.
Cuatro meses después de la desestimación, Maldivas quedó sumergida. Seis meses más tarde, Canarias, Azores, Bahamas, Tahití, Samoa y Filipinas redujeron su espacio habitable a la mitad.
La migración a tierra continental había comenzado. Millones de personas y animales buscaron su espacio tierra adentro.
Los objetivos de desarrollo sostenible siempre fueron papel mojado. Mojados por los envalentonados océanos, fuera ya de todo control humano.
…
Desperté sin encontrarle explicación alguna a aquella pesadilla.
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La mar nos tragará a todos. Y nos lo merecemos. Gran relato. Enhorabuena y mi voto.
Lo he contado así porque vivo en Cádiz, que será sin duda la primera ciudad española en desaparecer tragada por el Atlántico. Gracias y un saludo.
Guillermo, a veces, las pesadillas se convierten en realidad, ¡Mucho cuidado! ¡Enhorabuena!
Mucha suerte. Te dejo mi voto.
Besos.
Esta vez, la realidad se va a convertir en pesadilla como no se fijen y se cumplan los objetivos, no de desarrollo sostenible, sino de salvamento marítimo. Aquí, las mareas altas cada vez son más altas. Quizás por eso el Gobierno anterior hizo un puente tan alto para cruzar la Bahía, en quinta no llegas arriba, ya te digo. Gracias y un saludo.
ESTE MES ESTÁ LA COSA REÑIDA ENTRE VALENTINA, JAVIER Y TU. INTERESANTE FINAL.