Justicia equilibrada
Marta Trutxuelo GarcíaEra su último día. El asociado más longevo y ecuánime del bufete se jubilaba. Adalid de la discrección y la moderación, el homenajeado, ataviado con su característica toga, recibió el regalo con el que le obsequió la empresa: una balanza de oro flanqueada por dos grandes cestas repletas de presentes navideños. “¡Qué decepción!”, recriminó el viejo letrado ante el asombro de la audiencia; “los turrones y el cava no perduran en la memoria. Menos mal que algunos compañeros han pensado en algo sin fecha de caducidad”, añadió el magistrado guiñando un ojo al sector más joven del bufete. De una patada mandó a hacer puñetas las cestas y el recién jubilado procedió a abrirse la toga emulando con su gesto a Superman: “Pero gracias por la balanza, así siempre recordaré lo importante que es la justicia”, dijo mostrando el tatuaje de la diosa Temis en su torso.
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Hola, Marta.
Vaya con el jubilado y sus malas pulgas. Me ha parecido muy divertida esa patada con la que manda a hacer puñetas las cestas, jajaja.
¡Qué grande, guapa!
Bueno, ya lo sabes, pero te lo repito: suerte, suerte y suerte.
Lo mágico de este concurso es el juego de inventar una historia con 5 palabras preestablecidas, ambientarlo en el mundo de los abogados y que tenga cierta coherencia… Y esta lo tiene todo.
Un beso grandísimo, reguapa.
Hola, Marta.
Vendió caro su último día el viejo abogado. Con un gesto de lo más juvenil pero, al fin, equilibrado, como cabía esperar del hombre marcado a fuego por la justicia y su símbolo: la balanza. Un micro muy muy bueno. Te felicito. Besos.
Muchas gracias por el comentario, Eduardo!
Me alegro de que te haya gustado.
Un abrazo de lejos (que estoy con gripe)!
Marta
Ole, por el recién jubilado!!!! Me encantan esas ganas de vivir.
Buen micro, Marta, lejos de la sobriedad y academicismo «legal».
Mucha suerte.
Un abrazoooo
Gracias mil, Amparo!
Como a Eduardo, te mando besos y abrazos de lejos para que no te contagies.
Marta