Efemérides
Miguel Ángel Arana Martínez«Hoy se cumplen 50 años de la fundación de nuestro despacho. ¿Te acuerdas? No teníamos más que una máquina de escribir y cuatro paredes. Pero muchas ganas de trabajar. Qué tiempos aquellos… ¿Cómo? Sí, ya sé que también lo pasamos mal: trabajar bajo la presión de los plazos y todo eso. Sin embargo, nada comparable al subidón de adrenalina que te daba acusar en sala y señalar al culpable con el dedo. Era tu especialidad. O en el lado contrario, conseguir el sobreseimiento cuando el cliente era inocente…»
El encargado se acercó y le dijo en tono amable, señalando el panel con los horarios:
«Lo siento, es la hora de cerrar.»
El hombre mayor parpadeó y asintió. Cuando el otro se hubo alejado una distancia prudencial, añadió en voz queda:
«En fin. Feliz aniversario, cariño.»
Se subió el cuello de la gabardina y salió despacio del cementerio.
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Una efeméride triste pero empañada de buenos recuerdos. Mi voto y suerte.
Me ha gustado mucho su relato. Lleno de sentimientos y de historias anónimas de esas que merecen ser contadas. Tiene usted mi voto.
Cuando el amor es eterno, no se olvida ni un solo detalle, detalles que salpican tu micro de bonitos recuerdos y que contrastan con la tristeza que despide el fondo de la situación. Es un buen micro, Miguel Ángel. Mi voto y mucha suerte. Un abrazo.
Una historia preciosa, inacabada como la vida entremezclada con la muerte. Muy buen relato. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Precioso relato.
Muy buen relato, Miguel Ángel. Triste, pero cercano y real como la vida (y la muerte) misma.. Suerte.