LA VERDAD CALLADA
Eva María Algar GarcíaMe costó ganar el caso. Defendía a una empresa conservera que vertía residuos tóxicos al Mar Menor, causando graves daños a la flora y fauna autóctonas. Conseguí demostrar que mi cliente adoptaba un protocolo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, y que el inestable clima murciano, unido a la dificultad de regeneración de aquellas aguas, eran los únicos responsables de su elevada contaminación.
La justicia me dio la razón, así que otras muchas empresas contrataron mis servicios, obteniendo idénticos resultados favorables.
Veinte años después, observo desde la orilla un mar putrefacto, donde cuesta respirar, donde ya nadie pesca, se baña o navega y, arrepentido, me siento obligado a confesar que trabajé arduamente, sí, pero fue el soborno a numerosos magistrados y peritos lo que me procuró la absolución.
Ahora ruego perdón al Mar agonizante, aunque sus olas cetrinas susurran que debiera adentrarme en él y acompañarlo en su muerte…
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Evaaa! Yo también inauguro tu marcadooor!!!
Bravooo! Muy buen relatoooo! Te hago la ola pero no para que te sumerjas en ese Mar que se va a tragar a tu prota… un poco de pena ya me da, eh?
Enhorabuena, compañera!!!
El último relato y aquí estamooos!
Un fuerte abrazooo
Marta
Síiii,qué bien poder estar en la última ronda, jeje! Muchas gracias, Martitaaaa. Hoy precisamente ha salido en las noticias el último desastre de mi querido Mar Menor; cientos de peces han aparecido muertos en la orilla… Un fin que podría haberse evitado, seguramente. Ojalá no sea demasiado tarde para recuperarlo. Besos.
Eva, con menos mimbres que tu micro, John Grisham hace betsellers de abogados. Éste último me parece magnífico. Eso sí, tu abogado necesita una copa… Enhorabuena y mi voto. Un abrazo
Gracias, Nicolás! ya quisiera yo tener tantos lectores y éxito como Grisham, jaja. Mi abogado necesita, más que una copa, clases de moralidad y civismo. Espero que sufra las consecuencias de su mala praxis…Abrazo enorme.
¡Vaya historión! De rabiosa actualidad.. Mucho me temo que la justicia le llegará muy tarde a tu mar. Esperemos que la naturaleza todavía guarde un as en «La Manga». Suerte
Muy bueno lo del «as en La Manga», jaja! Esperemos que así sea y el pobre y castigado Mar se regenere, aunque sea por arte de magia. Besos mil.
Un relato genial, Eva!!! Te deseo mucha suerte.
Ahí va mi voto y un beso grandote.
Hola Ana, muchas gracias! Me alegro de que te guste. Siento haber tratado el tema de forma algo dramática, pero por desgracia no es muy diferente de la realidad. Espero leerte pronto. Besos.
Eva, ojalá, estemos a tiempo de salvar a nuestro Mar Menor. También he pasado muchísimos años por allí y da pena lo que se ve en la tele.
Voto y un impulso enorme para el final de temporada.
Besotes.
Muchas gracias, Towanda! Una pena, sí, ojalá se pueda recuperar. Millones de besos.
Muy buena la paradoja: una empresa conservera nada conservacionista.
Y excelente la presentación del dilema ético de la abogacía.
Sé que tu apellido tiene otro origen etimológico, pero yo creo que «algar» es un bosque de algas. Por ello, vas a defender siempre la flora y fauna marinas.
Buena suerte, Eva María.
Un abrazo.
Muchas gracias, Manuel! Pues no había pensado lo de mi apellido, jaja. Me gusta la idea! Abrazo grande.
¡Enhorabuena, Eva! Un relato, por desgracia, de rabiosa actualidad. Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos apretados.
Mil gracias, Pilar. La verdad es que el día que publicaron mi relato, salió en prensa la mala noticia de los peces muertos aparecidos en la orilla del Mar Menor. Triste coincidencia. Besos para ti también.
¡B R A V O !!!
Suerte preciosa
Gracias, vecina! tú entenderás bien este relato….