AQUELLA SONRISA
RAFAEL OLIVARES SEGUÍNo olvido aquella tarde. ¡Cómo olvidarla!. Me encontraba en la biblioteca de la facultad, preparando mi tesis doctoral sobre la influencia de la Declaración de Derechos Humanos en el Código Penal, cuando alcé la vista y la ví entrar. Impresionante, con un sencillo collar de tres perlas y su aspecto de estudiante aplicada. Ojeó los espacios disponibles y dirigió sus pasos hacia mi mesa. Era mi día de suerte, tuve el privilegio de que se sentara a mi lado. Cuando vi que trabajaba con varios libros de Derecho me tomé la confianza de ofrecerle mi ayuda desinteresada. Rehusó amablemente con una sonrisa que en aquel momento no supe adjetivar. Tres meses después, justo el día de la lectura de mi tesis, la volví a ver. Esta vez me dedicó de nuevo su misma sonrisa, ahora sí, condescendiente, antes de sentarse a presidir el tribunal examinador.
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Holaaaa, Rafa!!!
Redondo encuentro entre ambos personajes. Una situación comprometida a la par que del vertida. Las casualidades existen.
Un rellato redondo!!
Un voto y unabrazo grande para ti!!
Hola Petramparo. Mira, nunca había utilizado este chat, me ha salido un aviso de tu comentario en mi correo y por él he sabido que estaba seleccionado. Te felicito también por tu selección, no te digo que te voy a votar porque ya lo hice ayer.
Un beso y mucha suerte.
Hola, Rafa.
Uf, menuda historia, pero no imposible. Fíjate en las cosas que hacemos sin conocer al que tenemos delante. Me parece un micro estupendo.
Felicidades y suerte,
Un abrazo muy grande, también.
Hola Towi:
Gracias, por tu comentario. Felicidades también por tu matrimonio Gramunt, que va como un tiro en las votaciones.
Suerte y un beso.
Hola, Rafael.
Me gusta tu micro. Lo de la influencia de los derechos humanos en el Código penal es contundente. Algo hay, pero queda por hacer. El delincuente, con la crisis, puede ser más que otra cosa un pobre hombre. Como es muy pintoresca la situación que dibujas de tener a alguien al lado y no saber quién es hasta que después… Sorpresas te da la vida, que diría la canción de Pedro Navaja.
Hola, Eduardo:
Pues sí, pensé en algún tema que pudiera dar juego para una tesis doctoral y se me ocurrió lo de la transposición de la Declaración de Derechos Humanos al Código Penal. Celebro que te haya gustado.
Un abrazo.
Impresionante la sorpresa final, me gusta que la sonrisa sea el centro del relato, es en realidad un gesto que marca muchas situaciones en la vida real.
Te dejo mis mejores deseos y un voto.
Te lo agradezco con mi mejor sonrisa.
Besos.
¿Cum laude, Rafa?
Con esa sonrisa cualquiera sabe.
Un beso, Margarita, y enhorabuena.
Buen micro,
Celebro que te guste, Roberto.