Sentencia absolutoria
María Victoria. Muriel. · CádizEl juez había absuelto al reo. El inocente, esposado, se dirigía de nuevo a su celda. Cosme sonreía satisfecho, mientras el doctor Bermúdez caminaba con visible preocupación.
Dar el paso para operarse siempre conlleva riesgo, trasplantar una córnea implica preservar el tejido,pero este procedimiento no lo controla el cirujano. Eran argumentos difíciles de refutar y la parte contraria no aportaba claras pruebas de negligencia médica.
El abogado pensó que había sido sencillo defender la inocencia del excelente cirujano.
El eficiente doctor siempre conseguía córneas para sus operaciones. En el próximo juicio no se cuestionarían las destrezas de cirujano, se le juzgaba por su habilidad para conseguir donantes.
Para Cosme todo había concluido, se sentía afortunado por trabajar en un prestigioso bufete con letrados especializados. Ahora era el turno de Oscar, especializado en crímenes.