ÉXITO RELATIVO
Aman L. LordénAquel caso, caído del cielo, parecía perfecto para hacer sostenible la precaria situación de mi bufete. El cliente, diagnosticado de cáncer hacía unos meses, pretendía querellarse contra el planeta, la humanidad y la distribuidora de aguas. Achacaba la acumulación de arsénico en su organismo a la continua ingesta del agua canalizada, presuntamente insalubre, según los análisis. Como sus debilitados pulmones amenazaban con dejarle sin respirar antes de conseguir justicia, le aconsejé enfocarnos en demandar por daños y perjuicios a la empresa.
Aún así, antes de pactar un jugoso acuerdo con la compañía demandada, mi cliente falleció. No obstante, perseveré hasta conseguirlo, ocupándome de sus asuntos con tanto celo que acabé casado con su viuda.
Ahora, mi vida transcurre en un clima de gran prosperidad, pero a veces se me remueve un antiguo residuo de sospecha cuando ella, solícita, deposita en mi mesilla de noche un vaso con agua.
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Un relato redondo, muy bien armado. Enhorabuena y mi voto.
Muchas gracias, Barrabás, por el comentario y por el voto.
Y como decía el refrán, que «Del agua mansa nos libre, Dios».
Qué bueno.
Muchas gracias, Margarita. ☺️
Excelente relato, Aman. ¡Enhorabuena y mucha suerte! Te dejo mi voto.
Besos apretados.
Eres muy amable, Pilar. Muchísimas gracias. ☺️ Esperemos que tengas influencia en la suerte.
Cine negro concentrado. Absolutamente genial. No volveré a beber agua. Enhorabuena.
Muchas gracias, pero no hay que ser tremendista. Beber agua es indispensable, sobre todo para hacerse colonoscopias.