Imagen de perfilMiércoles

Ana Haro Redondo · Baleares 

Su discurso fue brillante: la sala se había contagiado de la meta colectiva sin barrera de género. Los gestos vivaces de sus manos fueron dibujando el futuro como un camino de iguales que flotaba en las partículas de uno de los rayos de sol.

La jueza condenaba a la empresa a la readmisión inmediata de la trabajadora y a pagarle los salarios pendientes desde su despido, a los tres meses de embarazo, tras conocer su estado por una prueba médica que ya no sería legal. El abogado se despidió con un abrazo de su clienta y le agradeció la oportunidad de luchar juntos contra un muro de siglos que acabaría derrumbándose. «Es otro paso para que las familias puedan conciliar», dijo después a los periodistas.

Cuando llegó a casa, agotado y hambriento, encontró eco y una nota en el suelo de la entrada: «solo tenías que ocuparte de los miércoles».

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión