Tú, mi padre
Manuel Rodríguez AntónMilimétrico, vehemente, incansable. De él aprendí que en la vida y el Derecho no hay nada absoluto, que hay pactos más placenteros que victorias y que hay que saber cuándo formular protesta y cuándo guardar silencio. También de él fue mi primera toga y mis primeros códigos. Pequeño y peludo (por la barba) como Platero, pasó más tiempo en los juzgados que en casa. Las mangas de la toga siempre largas y la camisa sin corbata, me enseñó que sin pasión no se puede ejercer y que no hay retorno posible de una profesión que la amas tanto como te mata. Ahora, conectado al respirador, tan tranquilo y mudo que no parece él, nos recuerdo atravesando aquellos montes de lavanda y jara, cuando yo todavía era un niño y él me decía que “los juicios se pueden ganar o perder, pero hay que lucharlos siempre. Como la vida, hijo”.
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Buen homenaje literario a ese padre ficticio (y quién sabe si también real).
Saludos
Muchas gracias Francisco. Y quien sabe, si…. :)
Un saludo
Sensible y tierno.
Mucha suerte.
Muchas gracias Lola! Me alegro que te haya gustado..
Conecto con esa historia tan entrañable.
Un saludo.
Me alegro que conectes!! Muchas gracias! :)
Relato redondo. De abogados contado por quien sabe de qué va esto. No hay juicio ganado. ni perdido. Lucharlos es nuestro trabajo.
Muchas gracias por tu comentario. Es un placer si le gusta a alguien además. Y si, de abogado a abogado. Un abrazo
Emotivo cuanto menos. Coincido con Ángel: solo un abogado sabe lo que se siente en esta profesión. Muy bien contado. Aparte de decantarme por las experimentadas Towanda y Lola Sanabria, tienes mi tercer voto de este mes y te unes a ellas en mi ranking personal de valoraciones. Suerte con el micro, Manuel. Un saludo.
Muchas gracias Francisco por tu comentario y tu voto. Me alegra que te guste y haya transmitido! Un abrazo
Me encanta tu micro. Pero mucho, mucho.
Lo veo ganador .
Mucha suerte con él.
Un abrazo
Muchas gracias por tu comentario! Un placer, lo veo muy difícil, pero sería increíble! Me alegra que te guste. Un abrazo :)
Pequeño y peludo como Platero.
Qué recuerdos.