Si no fuera por ti, amiga letrada
Miriam JiménezSi fuese a contestar a todo lo que se ha dicho de mí en el pueblo, no viviría. Me ha costado no entrar en debates, y es que todo el mundo parece conocerte, sabiendo incluso que pasó aquella noche. Para mí, el verbo repudiar es muy intenso pero no encuentro otro que refleje tan bien como han sido estos años. Nadie me preguntó pero todos conocían el motivo de mi convalecencia. Durante un breve espacio, sentí esfumarse la presión aunque menos mal que en ese instante llegó ella con su chaqueta negra. Ahora este culpable sin sentencia, victorioso pero en terapia, se atreve a compartir su historia de vida.
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En situaciones como esta, cuanto se agradece una mano amiga y que te defienda bien…
Muy buen relato, Miriam. Te deseo mucha suerte y te dejo mi voto.
Besos.
¡Muchas gracias, Pilar! A veces no se entiende que todos tenemos derecho a una defensa justa. Un beso para ti