EL DÍA MÁS LARGO
ANTONIO LUIS MIRANDA SANCHEZSuena el teléfono de madrugada, empezamos a jugar, hay un detenido en comisaría. El día de guardia empieza. Con el maletín y las ojeras acudo a la primera asistencia. Es un multirreincidente que conoce el derecho penal mejor que yo y se niega a declarar. Mejor, así me ahorro el interrogatorio policial y puedo llegar antes a otra actuación. La Guardia Civil tiene tres detenidos. Mientras espero en el cuartel contemplo el amanecer y me refugio en releer mi código penal pero ese fugaz momento de romanticismo jurídico se interrumpe y comienzan las declaraciones. Termino y salgo corriendo para el juzgado, me esperan para un juicio inmediato. Sólo tengo cinco minutos para repasar el expediente junto al cliente y entramos en sala. Se suspende la vista, hay que peritar unos daños. Vuelvo a irme para otra asistencia en comisaría. Doce horas más y terminará la guardia, el día más largo.