Criminal por vocación
Juan José Blanco RialSiento la mirada distante de los padres de las víctimas, en una ola de odio y desesperación; el peso de haber vencido en mi trabajo, de haber actuado como se supone que debo actuar; el artículo de la prensa, pidiendo justicia social y un nuevo proceso; tristeza porque quizás tienen razón: al programar tan vehementemente las pruebas y proceder con pasión, he ayudado a un asesino a quedar libre. Siento no poder justificar mi trabajo, ni siquiera apartar la vista de esos ojos llorosos que me culpan como si el perpetrador de los crímenes fuese yo. ¿Cómo manifiesto mis disculpas?, ¿cómo suplicar el perdón?, ¿cómo hacerles ver que amo mi trabajo y que, algunas veces, las injusticias son la consecuencia directa de mi vocación?
Al abrir la puerta, me doy cuenta de mi error. Es él, que a pesar de haberle salvado, viene a cobrarse una nueva víctima.
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Ese abogado a a expiar la culpa que rumia su conciencia… Mi voto y mucha suerte
Muchas gracias compañero. Todos llevamos alguna carga con la que lidiar. Un saludo.
Gajes del oficio. Un lombrosiano homo criminalis.
Mi voto, Juan José.
Muchas gracias, Manuel. Algunas veces desearíamos que nuestro trabajo estuviera exento de consecuencias. Un saludo.