Imagen de perfilCAMPING ON HEAVEN’S DOORS

Rosalía Guerrero Jordán 

Después de décadas de dedicación a la abogacía, un ataque al corazón acabó con mi agradable existencia. Cuando llegué al umbral del paraíso un funcionario celestial me preguntó si había cumplido con mi misión de proteger al débil ante las tropelías del poderoso.
Orgullosa, le entregué el expediente con la enorme colección de causas justas que había defendido y ganado ejerciendo en el turno de oficio.
Aquel chupatintas me miró por encima de sus lentes y me lo devolvió con gesto altivo. No lo entendí hasta que mis contactos me informaron del rancio abolengo de sus apellidos compuestos.
Y aquí estoy, acampada a las puertas del cielo, preparando las alegaciones contra la resolución de inadmisión. Y en lugar de invadirme la tristeza, siento que me embarga la emoción que se apodera de mí con cada nuevo caso. Y porque no hay mayor pasión que luchar junta la injusticia.

 

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