Agradecido
Laura SoteloLe encontré en el umbral de la desnutrición, desfallecido y hambriento. Le alimenté y dejé que durmiera entre mi colección de peluches. Llevaba dos días en casa y su compañía empezaba a resultarme agradable, así que que empecé a plantearme la adopción. Hasta que llegó el repartidor de Amazon dando voces y aporreando la puerta. Y aquí estoy, en el juzgado. De nada sirvieron las alegaciones de mi abogado. El repartidor se presentó con una pierna vendada, debido a los mordiscos y exige una indemnización y que pague los gastos médicos.
Me va a salir caro el chucho. Pero el pobre sólo quería proteger a quien le salvó la vida.
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Muy emotivo y muy humano.
Una vez tuve un asunto parecido. Finalmente fue condena para el dueño del perro, como en tu micro, pero con la diferencia de que el perro se revolvió a una patada. Pobres animales, solo actúan por instinto… Que venga Amazon y lo vea. Curioso micro el que te has sacado, Laura. Suerte con él…
Laura, una historia tierna pero a la vez real.
Felicidades y mi voto.