ORGULLO
Ana Isabel Rodríguez VázquezCrecí bajo la batuta de un padre autoritario.
Sus insultos y menosprecios fueron la banda sonora de mi adolescencia.
Me obligaba a raparme la cabeza y a asistir a repulsivas cacerías con sus amigotes.
-A ver si te haces un hombre y te dejas de mariconadas. Solía decirme.
Sus desmanes me convirtieron en beneficiario de la incondicional protección de mi madre, que salía en mi defensa cuando la situación se tornaba insoportable.
Buscó orientación profesional y trató de fortalecer mi carácter vulnerable. Mientras él se avergonzaba de mi existencia.
Ni siquiera estuvo presente el día que me gradué «cum laude» en Derecho Internacional.
Mi madre se sentó en primera fila. Decidida, orgullosa, sin importarle lo que la gente pudiera pensar.
Años mas tarde, cuando abrí mis propio despacho, ella misma colocó en la puerta un rótulo con mi nuevo nombre:
Ángela Galán. Abogada.
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Una historia preciosa muy bien contada. Enhorabuena, mi voto, y un abrazo
Muchas gracias, Nicolás.
Un abrazo.
Tu relato demuestra muchas cosas.
La primera, que el autoritarismo es una actitud trasnochada.
La segunda, que la comprensión y el respeto, junto con el cariño de esta madre, hizo que su hijo diese grandes pasos, tanto profesionales como personales, con cambio de sexo incluido.
La tercera, que cada cual debe seguir su propio camino, no el que otros se empeñan en marcar, más movidos por el egoísmo, que por el bien de quien tratan de proteger.
La cuarta, que el «orgullo» al que alude el título, lleno de significado, implica una estimación, tanto propia como ajena, a la que todo el mundo tiene derecho.
Un abrazo y suerte, Ana María
Muchas gracias, Ángel.
Tus comentarios siempre son muy interesantes .
Lo de que me cambies el nombre…no sé… Ana María tampoco está mal. Jejejeje
Un abrazo enorme.
Vaya, siento el lapsus de identidad, en quién estaría yo pensando. Serán cosas del verano.
Otro abrazo
¡Qué bueno! Desde el título hasta el nombre tan sonoro.
Y qué bien tener una madre así y contarlo.
Mucha suerte, Ana Isabel, y un abrazo grande.
Me alegra que te guste, Margarita.
Muchísimas gracias por tus palabras, siempre tan generosas.
Un beso grande para tí.
Muy buen relato para estos días tan cercanos al «día del orgullo», seguramente te habrá servido de inspiración este día. Enhorabuena y suerte, cuenta con mi voto y saludos.
José Manuel, has visto claramente de donde viene la inspiración de mi «Orgullo».
Muchas gracias por tu comentario y tu voto.
Un abrazo.
Muy bien narrado el calvario de incomprensión por el que muchas personas han tenido que transitar , empezando por miembros de su propia familia y entorno. Mi enhorabuena y voto, que ya te otorgué hace días. Un abrazo,
Muchas gracias, Francisco. Agradezco enormemente tu comentario y tu voto.
Un abrazo.