La extinción de los abogados
Ander Balzategi JuldainLo vi al asistir a la inauguración del museo. Ante mí, tras el cristal, tenía la figura de cera de un homínido extinto, homo advocatus rezaba la inscripción. Mostraba a un hombre trajeado simulando una expresión circunspecta y sentado ante una mesa llena de papeles. Se le veía vulnerable. Junto a él una somera explicación. Homínido que existió cuando la sociedad requería orientación en el entramado normativo y cuando la defensa del ciudadano se realizaba presencialmente. Pobres homínidos, pensé, ahora no requeríamos de esos servicios, habíamos evolucionado y teníamos un algoritmo que nos hacía beneficiarios de un orden perfecto, sin conflictos que requiriesen la intermediación de nadie. Me apiadé de él. Al alejarme noté que me desplazaba como una marioneta, que unos hilos invisibles manipulaban mis movimientos. Inmediatamente comencé a gritar. Desperté sudoroso en mi oficina, aliviado de ver sobre mi mesa una maraña interminable de demandas y contratos.
+37
Queremos saber tu opinión
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Gran relato, acaso profético, muy bien escrito. Lo que no sé si al final será una pesadilla o un alivio. Enhorabuena, mi voto y un saludo
Gracias Nicolás
Por mucho que la sociedad evolucione, es de esperar que normas e interpretaciones de las mismas generarán conflictos. Resulta impensable que un artificio sea capaz de poner orden en el caos, de hacer justicia, de buscar la verdad. De llegar a existir, sería un instrumento al servicio de unos pocos que tratarían de controlarlo todo.
Un futuro distópico de pesadilla, ante el que el más arduo trabajo de un letrado parece mucho más llevadero, como le sucede a tu protagonista.
Un abrazo y suerte, Ander
Efectivamente, quería mostrar la angustia de ese posible futuro distópico en el que sobrasen los abogados. Gracias Ángel
Ander, como ya te han comentado, no sé si tu relato es eso un relato o un futuro que nos espera.
Me ha parecido genial.
Te deseo mucha suerte.
Un saludo.
Solo la pesadilla de un abogado transpuesto en su oficina. Muchas gracias Javier
Mientras exista el ser humano en la tierra, habrá abogados, pues habrá conflictos, aunque estos sean robots. Mi enhorabuena y mi voto que ya te otorgué hace días. Un abrazo,
Sí, abogados robots. Creo que ya hay algún microrrelato al respecto. Muchas gracias
Menos mal que todo fue un sueño y tú puedes volver a tus papeles (y nosotros a los nuestros) porque esto de extinguirse suena fatal.
Seguiremos soñando, pero «sin dormirse en los laureles», como dice mi madre.
Un saludo
Afortunadamente mis sueños suelen ser más apacibles, casi siempre.
Muchas gracias por el voto Margarita
A veces los sueños nos hacen pasar malos ratos, muchos de ellos quizá motivados por nuestras preocupaciones del día a día. Te doy mi enhorabuena por el relato y mi voto Ander. Saludos.
Gracias también por el voto José manuel