Andrea

Ana Poveda Ribes · Mutxamel (Alicante) 

Andrea reposaba sobre la arena húmeda. El sol matizaba su espalda contorneada. Era una mujer atractiva. Pasaba de formalizar el informe para la Sala, sabía que la condena era segura. El agua se deslizaba entre sus piernas. Ya no quería trabajabar como antaño, deseaba vivir, disfrutar de cada instante sin palabras, sin pensamientos, gozando de las sensaciones que la naturaleza le proporcionaba: el aire limpio, el aroma de la playa, el calor en el cuerpo… Alvaro permanecía en prisión. Había vendido una urbanización inexistente exhibiendo una simple maqueta. Se levantó una brisa ligera, le mecía la melena. Se quitó las gafas de sol y se adentró en el mar, el agua refrescó sus hombros. Sobre la toalla la fotografía de una mujer hecha pedazos comenzó a deslizarse hasta perderse en el aire.

 

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