No comparece
Rubén Moreno García · Valdepeñas (Ciudad Real)Esperaba en la puerta del juzgado a que llegara mi abogado. Llegó, bajó de su cachivache blanco y se dirigió hacia mí. En ese momento empecé a sentir una profunda verg¡enza. El abogado que me habían asignado era Marcos, mi primer novio. Ese amor que vive encerrado en tu corazón bajo un candado. No sabía cómo actuar. Pude mentir y decir que todo me va fenomenal: que estoy felizmente casada, que acabé la carrera de Historia y que soy decana de la Facultad; pero mentiría descaradamente. Una decana de Facultad no necesita pedir un abogado de oficio, no tiene deudas con su banco y mucho menos huele a perfume barato y empalagoso como yo. Opté por marcharme. De vuelta a casa me dio por imaginar que el destino lo había puesto de nuevo en mi camino; esta vez para protegerme de las garras de mi marido.