El primer día

Alejandra Hernández Balboa · Aguadulce, Almería 

Se ajustó su corbata frente al espejo, la que le regaló el mismísimo decano de la Facultad de Derecho el día de su graduación, tras pasar tres años como alumno interno de su departamento y como joven y prometedora estrella de la nueva abogacía del país. Era su primer juicio tras otros dos años de pasante, trabajando día y noche entre las torres de papeles y cachivaches de su pequeño cubículo. Con un sabor empalagoso en la boca, huella silenciosa de los whiskys de la noche anterior, decidió cerrar definitivamente y con candado toda aquella etapa ya pasada de esfuerzo, horas extra sin cobrar y trabajos menores. Por fin era dueño de su futuro y de su carrera, tras años pagando deudas (monetarias y en especie) para poder ascender hasta donde estaba: ahora por fin todos iban a ver el abogado que era en realidad.

 

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