Tras las mafias

Manuel Sánchez de Diego Fernández RiVa · Madrid 

Fue una intensa persecución a lo largo de varios continentes. Una red internacional que proporcionaba niños a matrimonios que querían tener hijos y no podían. No, no eran altruistas, su interés era el lucro por el lucro. Llegaron a vender bebés al peso. A organizar en los orfanatos pases de niños que eran examinados por los compradores detrás de un espejo ahumado. Por eso, cuando en una operación sincronizada, policías y jueces de varios países irrumpieron en despachos, gestorías, orfanatos y hospitales, me embargó una sensación de triunfo. Ahora con el bufete vacío, contemplo mis pies apoyados en el cajón de un archivador y pienso que todo el esfuerzo ha merecido la pena. Ya sé que soy adoptado y que nunca conoceré a mis padres, pero voy cumpliendo mis objetivos: luchar contra las mafias que trafican con bebés.

 

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