MI «EX»
ISABEL PÉREZ MOÑINO-ARANDA · MADRIDOcurrió frente al mar una cálida noche de primavera. Inerte, pero más vivo que nunca, me miraba compasivo mendigándome un amor que ya no existía. ¡l intentó esgrimir sus argumentos de la mejor manera posible. Sus «ojos» de portada me suplicaban encarecidamente que no lo hiciera y los recuerdos de todos los instantes que habíamos vivido juntos, llegaron a mi mente intempestivamente. Pero ya no había marcha atrás, la decisión estaba calibrada. La carta de desistimiento se encontraba plasmada en el anverso de sí mismo y no se había dado cuenta hasta ese día. Me gustaba hacer bien las cosas, tal y como él me había inculcado. «Me despido de tí, y del trajín de los días sin descanso, y de los clientes que no pagan, y de los monitorios y de los verbales y de los divorcios… Lo siento mi querido Código Civil. Lo siento».