Era necesario

Cala · Puertollano (Ciudad Real) 

Me lo comunicaron la misma mañana que hice mí penúltimo examen en la facultad de derecho; trabajaría en zona militar de pasante sin licenciatura ni título. Aunque alegué, sin éxito, ser sargento, dispusieron darme de alta como soldado. Revisando condiciones, artículo por artículo, sin resolverlo y lleno de dudas pedí audiencia al rector azafato; anda siempre por las nubes. Fingía leer. —Está claro…, murmuró, efectivamente serán prácticas supervisadas. Mi consejo muchacho; aprueba cuanto antes Filosofía del Derecho de quinto; termina la carrera,… y esta pasantía será algo pasajero—. Asentí desanimado. El convenio, internacional, exigía incorporarse de forma inmediata a la operación bogavante, y firmar contrato laboral bajo juramento de no revelar información reservada. Valoré la posibilidad de pedir carta de recomendación a mi prestigioso teniente. Me condujeron a su despacho; tenía media botella de ginebra encima; sin reconocerme me llamó a su lado; lloramos juntos nuestros problemas, e impotencia…

 

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