CUESTIÓN DE PRINCIPIOS

GUILLERMO SANCHO HERNÁNDEZ · PILES (VALENCIA) 

Cuando entré en el despacho principal del bufete, el socio fundador estaba de espaldas. Con el ojo puesto en el inmenso ventanal de acero y vidrio disfrutaba del panorama de la ciudad, que parecía de juguete. – Se ve hasta el mar – afirmó, sin esperar respuesta. Me acerqué tímidamente hacia su mesa, y vi que encima de ella había un sobre. Con mi nombre. Había rumores de cambios laborales. Pese a mi reconocida profesionalidad, el trajín de las últimas semanas me hacía temer lo peor. Él debió de leerme el pensamiento, pues me dijo: – Ábralo. Sin poder esgrimir razones para retrasar el momento, lo abrí. Dentro, una nota: “El desistimiento: la consecuencia lógica de la resolución de un conflicto cuando ya se ha obtenido la satisfacción extraprocesal de la pretensión del cliente. Aunque conlleve honorarios inferiores. Primero, nuestro cliente. Luego, la minuta. Enhorabuena.” Era un ascenso.

 

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