CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR

Juana Cortés Camacho · Almería 

Querido compañero: Gracias por sustituirme en el juicio de faltas. La consulta médica se ha retrasado. El diagnóstico ya me lo temía; tú también. Otra vez el dichoso antojo por la remolacha. No falla. ¡¡Qué horror!!  Y ahora ¿qué vamos a hacer? De momento me voy al pueblo. Necesito estar sola; hundir los pies en la arena de la playa;  tomar baños de sol y espuma para enjuagar las neuronas; despertar de esta pesadilla. Disculpa por la nota.  Sé que lo entiendes. Cuando recupere la cordura -y la voz- te llamaré. Mi madre recogerá a los gemelos de la guardería. A Jaime le he enviado un whatsapp. Recuerda el monitorio de mañana a las doce (Juzgado de Primera Instancia Nº 2). Consulta en mi agenda los señalamientos y citas de la semana. Te quiero. ¿Y si esta vez viene una niña…?

 

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