Abogado laboralista

MARí–A GARCí–A DE ARRIBA · León 

¡Se armó el Belén!, vaya si se armó. Hasta donde alcanza mi memoria no recuerdo una manifestación tan variopinta: lavanderas, pastores, herreros y un largo etcétera de profesionales, precedidos todos por un ángel, se presentaron un buen día en mi bufete buscando asesoramiento en temas laborales. Hartos de interminables jornadas de trabajo, de falta de ergonomía y del enésimo aumento de su jornada laboral, la supresión de la paga de Navidad decretada por Herodes había colmando su paciencia. Por todo ello y para compensar la brusca bajada de su poder adquisitivo, querían promover la celebración de un referéndum para introducir una modificación en su Convenio Colectivo que recogiera el reparto equitativo de los presentes que en breve llegarían de Oriente. Debí haberme negado a toda costa, pero al advertir que la Estrella ya asomaba por el Este, no quise cargar sobre mi conciencia una huelga en fechas tan señaladas.

 

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