La inspiración brilla a veces por su ausencia.
Guillermo Portillo GuzmánLa adaptación de la industria requiere invertir en un nuevo modelo de producción…
El nuevo modo de adaptación a la producción de la industria exige invertir…
La producción, y sobre todo invertir, llevará a la industria a un nuevo estado de adaptación…
Empezaba a marearme y a sudar. La indecisión, mala compañera, entró al despacho y se sentó frente a mí clavándome sus estróbicos ojos.
Para un licenciado en Derecho con más de treinta años de experiencia, cientos de demandas presentadas, miles de comparecencias en juicios, escasos recursos desestimados, multitud de sentencias favorables y un reconocido don de palabra sobresaliente, no debía representar dificultad alguna enfrentarse a ese reto.
Pero allí estaba, con la inspiración en paradero desconocido, mirando a un inerte papel en blanco y sin una sola idea clara y brillante que expresar.
Desesperado grité: -¿Cómo puede un sencillo concurso de microrrelatos sobre abogados ser tan condenadamente difícil?
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¡Muy original Guillermo! La verdad es que cuesta lo suyo pero para los que nos gusta escribir es un reto apasionante. Mi enhorabuena por tu relato y mi voto. ¡Mucha suerte!
Gracias Manuel. Con las palabras que había, no se me ocurrió otra cosa. A veces, más que un reto apasionante, es un galimatías de retorcida solución. Pero ahí estamos todos los meses, intentando resolverlo. Un abrazo.
Me has pillado desprevenido en el final, como debe ser. Suerte y mi voto, Guillermo. Un abrazo.
Como dice el título de una película… «Tienes un e-mail…» Felicitaciones por ser finalista en Aguas de Cádiz, acaban de publicar los premiados.
Es cierto que, a veces, resulta muy complicado encajar unas palabras, a menudo escasamente inspiradoras, en una historia que tenga algo que ver con el mundo que nos ocupa y preocupa. Pero lo acabas de bordar. No se puede explicar mejor tal zozobra. Enhorabuena, mi voto, y un abrazo. De escritor a escritor (vengámonos arriba, carajo).
¡Jajajajaja!, ¡qué subidón! Este concurso es único. Haces amigos con los que compites todos los meses y, sin embargo, no los conoces, pero los estimas. Este mes estoy rodeado por las estrellas literarias de esta comunidad, difícil lo tengo. Algún año deberíamos hacer una quedada en algún lugar para comentar relatos en persona, cuando el bicho esté expulsado de nuestras vidas del todo. Un abrazo.
Incluso para alguien con buena labia y probada pluma, enfrentarse al papel en blanco siempre es un reto, como también supone una incógnita. Una vez damos por terminadas las historias que imaginamos, ya no nos pertenecen, ni sabemos cuál va a ser su recorrido, a cuántas personas les gustarán y cuántas les resultarán indiferentes. Es cierto que la inspiración brilla a veces por su ausencia y que el proceso creativo es un misterio. Lo que sí está claro es que este relato ha cumplido su objetivo y, seguro, que muchos nos hemos visto identificados.
Un abrazo y suerte, Guillermo
Es que a veces, Ángel, las palabras que nos proponen no te dan demasiado juego para lucirte y tienes que recurrir a jugar con ellas como puedas, a menudo sin éxito. De todas formas, mi intención siempre es provocar una sonrisa, y alguna vez, hasta casi lo consigo. Gracias y un abrazo.
Si no es nada fácil extraer oro de una mina con 5 palabras, menos fácil es conseguir al menos que te publiquen algún mes. Es muy ingenioso tu micro, Guillermo. ¡¡Mi enhorabuena!!
Muchas gracias Fran, este mes me toca batirme el cobre con lo mejorcito de esta comunidad, a la espera de la segunda remesa que publicarán en breve. Entre las palabras y los relatores, cada vez se hace más difícil ganar. Un abrazo.
Así es, Guillermo. Las condenadas palabrejas son algunas veces realmente difíciles de encajar. Esta vez no hay, por otra parte, ninguna rigurosamente jurídica.
Mi voto, suerte con la «industria o artificio» que te has ingeniado en el micro y un abrazo.
Como veo, al igual que yo, leíste de pequeño a Goscinny y Uderzo, obligatorios filósofos de nuestra infancia, que nunca tuvieron delante el reto de encajar 5 palabras inconexas aparentemente, en un relato limitado a 150, de una manera tan literaria y hermosa como tú sí has logrado. Gracias y felicidades por el tuyo. Abrazos.
Guillermo. Me ha encantado, y me reído como un cosaco. Buenísimo. Hay va mi voto.
Gracias Iñaki. Provocar una risa, en esta época tan extraña, anomala y confusa que nos ha tocado vivir, genera un gran placer porque tu esfuerzo por mezclar las palabras para conseguirlo se ve recompensado. Un abrazo.
La verdad es que al empezar a leer tu relato me desconcertaste un poco, no sabía bien por dónde ibas a tirar, y después el cambio de tema y de ritmo… realmente consigues marear al lector, y cuando ya no sabe qué pensar, le sueltas la bomba final. Sencillo y sencillamente espectacular.
Mi voto y un abrazo, Guillermo.
No es que me guste especialmente generar confusión o desconcierto, y mucho menos marear al lector, pero a veces la inspiración no da para más. De todas formas, tu comentario va en esa línea, porque al comienzo me das dos zascas y al final…, me felicitas. Gracias por comentario y voto. Un abrazo.
Ya sabes, donde las dan… jejeje ;)
Y esta vez la inspiración te dio para bastante.
La inspiración es escurridiza y voluble, pero a ti no te ha faltado.
Buen micro, Guillermo. Mucha suerte y mi voto.
Besos apretados.
Gracias Pilar. Este mes hay nivelazo y es muy difícil ganar, pero lo voy a intentar aunque rompa el espinazo. (Me ha salido una rima rara, por la que pido disculpas. No siempre de forma clara, exprimes toda la pulpa). Un abrazote.
A veces no sé si es más fácil escribir un micro con o sin palabras clave. Lo difícil es bordarlo y tú, Guillermo, lo has hecho. Enhorabuena y un saludo!
Muchas gracias Wibo por tu comentario, que me anima a seguir intentando aprender a «bordar» los relatos, sin pincharme demasiado. Un abrazo.
Enhorabuena, Guillermo. La sorpresa final es muy buena.
Una hoja en blanco es el silencio más prometedor del mundo.
Muchas gracias Aurora, esa es casi siempre la cuestión en un microrrelato, conseguir sorprender y si te sorprendí, objetivo conseguido. Un beso amascarillado.
¿Verdad? Yo pienso lo mismo todos los meses.
Sin embargo, lo solventas con acierto y holgura todos los meses. Doy fe de ello.