Cambiar de cole requiere un período de adaptación. Hay que invertir nuestra mejor voluntad para encajar. Eso me dice mamá mientras me acompaña a mi primer día de clase. He escuchado esto muchas veces ya. Nos hemos cambiado de ciudad por lo menos en diez ocasiones.
La industria cinematográfica es así, cariño, dice cada vez que tenemos que meter todo en cajas. Hay que ir a dónde haya trabajo. Y me han prometido contratarme para una gran producción.
Antes me lo creía, pero lo cierto es que mamá nunca sale en ninguna peli. Pero cada vez que el abogado que consiguió que encerraran a papá aparece en casa muy temprano, ella le invita a un café y se encierran en la cocina. Luego, ella llora en el baño, me dice que es hora de cambiar de aires y que está segura de que en el nuevo colegio me irá genial.
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Que terrible y que real. Ahí va mi voto.
¡Muchas gracias!
Muy normalito todo hasta llegar al último párrafo. ¡Bravo por ese giro final!
Me ha encantado, Patricia. Un beso y mi voto.
¡Muchas gracias, Ana! Un abrazo
Muy bueno, Patricia.
Forzada a actuar en la vida real. Podemos imaginar que huye de un marido o un compañero maltratador. Pero también podría ser perseguida por la banda a la que aquel pertenecía.
Mi voto.
Muchas gracias, Manuel. Por pasarte a leer y por tu comentario.
¡Cuánta ternura y cuánto dolor, Patricia! Un bello y trágico relato.
Un beso.
¡Muchas gracias, María! Un abrazo
Precioso. Muy bueno. La madre se merece todos los premios de interpretación, desde luego. Una historia dura pero magníficamente contada. Mi voto, mi enhorabuena y un saludo.
¡Muchas gracias, Nicolás! Un saludo
Mi voto para una historia tan real como sobrecogedora por triste.
¡Gracias, Juan Manuel! Por pasarte y por comentar.
Un saludo