Imagen de perfilEL TIC TAC DEL ABOGADO

juan perez morala 

La indemnidad de su cliente era el bien jurídico a proteger. Sus intervenciones letradas las asumía con esa intensidad que narran ciertas vidas ejemplares, cuando la celebración de los actos más sublimes de su ejercicio y vocación, produce en sus autores una aguda extenuación.

A veces sentía que las interrelaciones socio profesionales de los diversos operadores jurídicos, no formaban precisamente un ecosistema armónico. Era cuando su estado de ánimo se exacerbaba en clave pesimista, y la profesión de la abogacía le situaba en medio de un espeso bosque, donde la fauna más depredadora se despertaba.

Pero en su alma jurídica también habrían de brotar sentimientos optimistas, que contrarrestaban la autocrítica amarga y la dureza de ciertos aspectos profesionales.

Cada mañana temprano, antes de ir a los juzgados, mientras se anudaba la corbata, imaginaba los platillos de una balanza y su sonrisa no los perdía de vista, hasta verlos bien equilibrados.

 

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