EL RETIRO

Patricia Sánchez Vasco · A Coruña 

Había ejercido como juez durante años en Londres, trabajando duramente y guardando mis ahorros para pasar el ocaso de mi vida en alguna ciudad Española del mediterráneo, dedicado a dejar que el sol acariciara mi rostro mientras un cigarro se consumía entre mis labios. Me sentía feliz, solo pero feliz. Preparé aquel viaje con esmero como todos los anteriores que me habían llevado por los pequeños pueblos de la geografía española. La perla de mi escapada sería la visita a una feria donde experimentadas mujeres mostraban el arte del encaje de bolillos tan apreciado en mi país, después de haberme despertado al alba y acompañado en su pequeño barco de pesca a un grupo de curtidos marineros de la región. Allí la conocí, su acusado sentido del humor me enamoró y ahora comporte mis amaneceres haciendo de mi retiro el mejor juicio de mi carrera.

 

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