YACIMIENTO DE PALABRAS

Sagrario Loinaz Huarte · Aranjuez-Madrid 

El juez Iturmendi convivió 50 años entre sentencias, veredictos, becarios, triquiñuelas de escorias humanas, fianzas de vértigo, argumentos sinrazón, aplazamientos de desahucios, pleitos sobre herencia, daciones, jurídicos, expropiaciones, condonaciones de deuda, explotaciones financieras… En resumen: la justicia por doctrina. Celebró su 81 cumpleaños con la asistencia de sus vástagos. Entre el laberinto de casas adosadas y socavones -nuevo alcantarillado- sobresalía un cartel «FELICIDADES CAMPEÓN´´. Un petardo explotó mientras abría los regalos: plomos para pescar, bronceador 60+, brújula, cartapacio de piel de camello con botón dorado, chanclas made-in-china, calculadora táctil, tarta con pato Donal tocando el xaxofón… Iturmendi, ecuánime y sereno, bebió gazpacho de yogur –frío como un carámbano- y escondiendo una lágrima se puso de pie. Como si de un profesor se tratara –dando una conferencia- dijo: «Nunca olvidéis tener la ley como socio y la razón por guía………´´ Silencio… sudor… tumulto… asistencia médica… infarto… sueño eterno.

 

 

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