Imagen de perfil3,965 kilos

Laura Arjonilla Cristóbal · A Coruña 

Mi especialidad siempre ha sido apurar los plazos de prescripción, por eso cuando rompí aguas no le di mayor importancia. En vez de acudir con premura al hospital, me dispuse a ordenar unas demandas que tenía traspapeladas sobre la mesa. El mentecato de mi marido me ayudó. En su defensa diré que también es abogado. Nos gusta vivir al límite. A las dos horas me presentó por escrito un argumentario exponiendo sus motivos para acudir ya al hospital. Le formulé, como conclusión provisional, mi decisión de esperar un poco más. Obtuve su correlativo rechazo. Las conclusiones definitivas no me dejaron margen de actuación. Aunque quise pelear el asunto, una no está en condiciones de litigar en pleno proceso de dilatación. Finalmente me dejé vencer. Las costas fueron cuantiosas: 3,965 kilos.

 

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