Tiembla

Elisa García García · Burgos 

Me hubiera cargado a aquel abogado que, mintiendo para defender a su cliente, tiró por tierra y sin escrúpulos mi reputación y se quedo tan ancho. Yo acababa de licenciarme, era muy joven. Salí de la sala lleno de rabia y pena pero traté de olvidarle. Me dediqué a aprender y ser un gran médico, incluso llegue a ser jefe de la UVI. Una mañana, mientras sonaban las campanas de la catedral, volví a verle postrado en una cama de mi unidad junto a una columna; una auxiliar trataba de darle gajo a gajo una mandarina ¡Lo que son las cosas!Sentí que había llegado la hora del vencimiento de aquella deuda que nunca pensé cobrar pero que ahora la vida me servia en bandeja de plata. Cuando le cogí la mano y apreté con fuerza el gotero, abrió los ojos desmesuradamente “Mírame y recuerda”,le dije. Empezó a temblar.

 

0 Votos

 

Queremos saber tu opinión