CUESTIÓN DE PRUEBA
Eva María Cardona GuaschFase de proposición de prueba. La hora de la verdad, de la transparencia, de actualizar los hechos alegados y contrastarlos con las evidencias. No cabe trampa ni cartón.
El abogado del demandante llama a declarar a un testigo sorpresa: el guarda de seguridad del Juzgado. Declara que lo ha visto con sus propios ojos. Al acceder al edificio, de los bolsillos del actor no sólo han salido llaves y cartera; también muñequitos de plástico, piruletas, un medicamento antitérmico y una nota del tutor.
El letrado de la demandada no se amedrenta. Solicita prueba ocular, nunca mejor dicho: exhorta a Su Señoría a fijarse en las ojeras profundas de su clienta, signo inequívoco de falta de sueño acumulado y tribulaciones de diversa índole.
La sentencia no tarda en llegar. La concurrencia de indicios determina la implicación de ambos en los hechos. No cabe duda: custodia compartida.
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Durante estos días se ha debatido en las redes acerca de las exigencias de la maternidad y la paternidad. Al final, hay padres y madres entregados a sus hijos, sin reparar en tiempo ni en esfuerzos. La salida que ofreces parece que va de suyo.
Suerte, Eva María.
Con el tiempo, la observación y la reflexión, he llegado a estar convencida de que, en temas de custodia, no hay reglas a las que sujetarse. Si acaso, la única es que cada cual -padre o madre- dé a sus hijos lo mejor que pueda ofrecerle.
Gracias, compañero.
Qué reflejos la del abogado del demandante. Y de la prueba ocular al cuadrado, ni te cuento. Buen relato, con sorpresa final . Suerte para ti también.
Gracias, Litispendente.