Vida en Atocha

JUAN ANTONIO PIQUERAS VARGAS · ADRA (ALMERIA) 

Contestó al teléfono al primer tono de llamada. Su corazón le palpitaba alegre como las ascuas de una hoguera de San Juan. La Comisión la había elegido. Iba a ser imagen de la Mutualidad. Al menos durante un fin de semana se podría olvidar de los pleitos, plazos y minutas. En ese instante nada le hacía más ilusión; conocería gente nueva… volvería a pasear por Madrid… degustaría el menú de Ferrán Adrià en el Casino… saldría en la revista de la Mutualidad de la Abogacía… Qué dirían sus amigas… Todo era ideal. Colgó el teléfono. Se recostó en su mullido sillón. Cerró los ojos y pensó que como todo en la vida la clave fue creer en lo que hacía. Miró el calendario, llegaría el 11 de Marzo, al NH frente a la estación de Atocha. Siguió recostada sin querer limpiarse una lágrima solitaria que recorrió su mejilla.

 

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