La velada

Gloria Alonso Pelaez · VILLALBA (MADRID) 

Salimos del juzgado exultantes. Habíamos ganado el juicio, por lo que a él le garantizaba una buenísima comisión y por lo tanto, a mi una abultada cantidad económica. No me cabía duda de que la clave del éxito había sido mi abogado Y a mi innegable interés físico, ahoara se unía la admiración y el agradecimiento. Le invité a cenar para celebrarlo. Hacía años que no encendía la hoguera, pero qué mejor ocasión que ésta para que el ambiente fuera cálido y confortable. Me esmeré en elegir el menú adecuado, ni demasiado elaborado, para que no me obligara a ausentarme demasiado de la mesa, ni tampoco excesivamente frugal. Y me vestí cuidadosamente, no queriendo reconocer ni siquiera ante mí misma que deseaba gustarle. Del resto de la velada, nada hay que contar. Solo reconocer que me sentí aliviada de no tener ya una relación profesional?..

 

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