No es no, aquí y en Japón.
Alejandra Rusell Giráldez_ Tenía una mirada verde. Transparente. Parecía sincera.
_ Prosiga.
– Nos conocimos por Instagram. Cada día chateábamos. Hablábamos de todo. Iba a dejar a su mujer. Habían perdido la ilusión por un futuro común.
_ Vayamos a la noche de autos.
_Decidimos quedar en un local del centro. Un escenario normal para un encuentro especial.
El horror está impreso en mis pupilas pero no lo puedo documentar.
_ Continúe.
Como guiados por una fuerza superior, nos dirigimos a los lavabos. Nuestros labios se rozaron por primera vez mientras miles de mariposas brincaban en mi pecho.
Todo sucedió muy rápido. Su forma abusiva de tocarme…
» Has de perdonar, pero no tendremos más contacto». Esas fueron sus palabras mientras se subía la bragueta .
Supe que tenía que denunciarlo en el mismo instante en que llegué destrozada a casa y vi la cara inocente de mi hermanita soñando feliz..
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Admiro los diálogos y la historia que cuentas, Alejandra, no tiene desperdicio. Japón queda cerca cuando se tratan estos temas tan sensibles. Bravo por tu micro y mucha suerte con él. Un abrazo.
Gracias !!!!
Quienes engañan a las personas de buena fe, a las que van con los sentimientos por delante, debe caerles encima todo el peso de la ley. No debe de ser agradable un proceso de esta naturaleza, en el que el agresor negará todo y buscará cualquier añagaza para salir indemne, pero está claro que hay tres opciones: denunciar, denunciar y denunciar.
Un abrazo y suerte, Alejandra
Un abrazo Ángel. Gracias !!
Excelente.
Buena denuncia y buen relato.
Muchas gracias Carolina. Un abrazo.