Imagen de perfilLA LEY ES LA LEY

Ana Isabel Rodríguez Vázquez 

La conducta abusiva del entrenador era evidente. Y aunque varias niñas le denunciaron, los hechos no pudieron probarse. Con mi hija llegó demasiado lejos, y nuestro abogado, tras documentar el caso y aportar pruebas concluyentes, logró que le condenaran a 10 años. Cuando ayer le vi en la calle, no me lo podía creer. Mantuvo el contacto visual y una sonrisa burlona y desafiante.
– Con la nueva ley, ha quedado en libertad, me explicó el abogado.
Mi hija nunca podría perdonar. Y yo no iba a permitir que su agresor estuviera tan cerca.
Le seguí hasta un callejón oscuro. Era el escenario perfecto para acabar con aquel malnacido. Pero recordé las palabras del abogado: » la ley es la ley». Y no fui capaz…
Después escuché una detonación y le vi caer desplomado. Otro padre tuvo el valor que a mí me faltó.

 

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