LA LEY ES LA LEY
Ana Isabel Rodríguez VázquezLa conducta abusiva del entrenador era evidente. Y aunque varias niñas le denunciaron, los hechos no pudieron probarse. Con mi hija llegó demasiado lejos, y nuestro abogado, tras documentar el caso y aportar pruebas concluyentes, logró que le condenaran a 10 años. Cuando ayer le vi en la calle, no me lo podía creer. Mantuvo el contacto visual y una sonrisa burlona y desafiante.
– Con la nueva ley, ha quedado en libertad, me explicó el abogado.
Mi hija nunca podría perdonar. Y yo no iba a permitir que su agresor estuviera tan cerca.
Le seguí hasta un callejón oscuro. Era el escenario perfecto para acabar con aquel malnacido. Pero recordé las palabras del abogado: » la ley es la ley». Y no fui capaz…
Después escuché una detonación y le vi caer desplomado. Otro padre tuvo el valor que a mí me faltó.
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Mi primer voto es para ti. Espero que la sociedad entienda que el error no parte de los jueces, sino más bien del legislador… De auténtico descaro que haya aún «legisladores» que, para tapar su incompetencia, continúan cargándole el muerto a los jueces. Muy buen relato, Ana Isabel, esa venganza callejera es la solución más cercana a la barbarie, aunque esté en el imaginario colectivo de cualquier padre o madre Buen giro final. Suerte y un abrazo.
Esa barbarie creo que se nos ha pasado por la cabeza a todos, al escuchar las noticias. Pero, la ley es la ley… mejor desechar ciertos pensamientos.
Gracias por tu voto, Francisco, me siento muy honrada. Un abrazo, compañero.
Recibe mi voto. Un relato que plasma muy bien la problemática reciente en estos asuntos. Un saludo.
Muchas gracias, Anna. Un abrazo.
Un asunto de actualidad aplicado a un caso práctico. Tras los casos hay personas, más cuando se trata de asuntos delicados y dolorosos. No podemos justificar la violencia, gracias a las palabras del abogado esta madre no hizo una barbaridad. Que las leyes sean imperfectas no puede servir de excusa para ponerse al nivel de un agresor.
Un relato que nos pone en el papel de sufrimiento e impotencia de una víctima.
Un abrazo y suerte, Ana Isabel
Un comentario muy acertado, Ángel. Tus palabras siempre conducen a reflexiones muy interesantes.
Un abrazo.
Interesante interpretación la de considerar que el personaje protagonista es una madre en lu gar de un padre.
Padre, madre… Libre interpretación.
Entiendo el razonamiento del padre 1, y preveo un futuro negro para el padre 2. El entrenador ya no tiene futuro.
Enhorabuena, y mi voto
Gracias por pasarte a leer, y por comentar y votar.
Un abrazo, José Luis.
Apropiado relato para estos tiempos confusos. La sociedad es compleja y los legisladores complican más las relaciones humanas. Y aunque la ley está para cumplirla y la razón debe imponerse al corazón, la mano ejecutora del padre valiente es la de todas las víctimas. Recibirá castigo judicial, sí, pero tendrá la comprensión mayoritaria.
Querido paisano, hago mías tus palabras, pero en ocasiones es tan difícil que la razón se anteponga al corazón… ¿ Verdad?
Me alegra que te haya gustado mi relato.
Muchas gracias por el apoyo . Te mando un biquiño.