El abogado del diablo
Jorge Alejandro Martínez MorejónSan Pedro le extendió unas cartas. Dios leyó por encima:
“Se le cita a comparecer este domingo por… delito ecológico… promover la tala indiscriminada de árboles, inundaciones, plagas… impago de peajes al descender… no presentar los certificados portuarios correspondientes del Arca, incumplimiento de las condiciones básicas establecidas ante el crecimiento descontrolado… empleo de legiones de ángeles y funcionarios celestiales sin contrato…”
—¿Y esto otro?
— También una denuncia. Dicen que carecemos de políticas inclusivas —Dios le preguntó con un peligroso arqueamiento de cejas, San Pedro comenzó a jugar con los pliegues de su túnica—. No tenemos rampa para minusválidos en las escaleras hacia al cielo.
—¿Y por qué el Arcángel Gabriel no me ha avisado antes?
—Ha oído hablar del salario mínimo, mi señor. Desde entonces no está muy productivo…
Dios leyó la última carta; una nota.
”Por encima de la ley, ni Dios. Esto es solo el comienzo…”
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Mi voto y enhorabuena por tu micro. De la ley no se salva nadie.
El abuso de poder en la más alta instancia… Un relato muy bien pergeñado. Enhorabuena y mi voto.
Pues sí, por encima de la ley no debería estar nadie, ni siquiera Él, como tampoco tendría que haber aplicaciones diferentes de una misma norma según a quién se apliquen, algo que vemos cada día.
Divertida e incisiva historia.
Un saludo, Jorge Alejandro
Pues… salvo lo del arca, que está prescrito, lo tiene crudo el Creador… Estupendo relato. Mi voto y suerte.
Muy chulo. Ni Dios se salva de la ley jeje.
Muy bueno.